Saturday, May 23, 2020

En Español: Creando tus props para practicar yoga

Por Nina Zolotow, traduccción al español de Alma Durán

Sé que algunas personas titubean ante la idea de usar props, o sea apoyos, en su práctica porque parecen ser fastidiosos o quizá también porque son percibidos como parte del repugnante aspecto del “consumismo” del yoga en América. Temo, sin embargo, que para ayudarnos a controlar el estrés, calmarnos y practicar poses restaurativas¾posturas que estoy segura tod@s necesitamos mucho más estos días¾los apoyos son verdaderamente necesarios. Esto se entiende si consideramos que tu cuerpo se puede relajar con mayor efectividad si es siendo sostenido totalmente, en vez de que estés usando tu fuerza muscular para ello.

No obstante, el utilizar props no significa que tengas que salir ni gastar grandes cantidades de dinero en mercancía especializada para duplicar exactamente lo que tiene el estudio de yoga de tu localidad. De hecho, en casa casi siempre encontrarás algo que puede muy bien cumplir con las funciones que ofrece cada soporte necesario para las prácticas de yoga.

Bloques. En la mayoría de los casos puedes usar un libro, o una pila de ellos, para reemplazar un bloque. Cuando tendrás que prestar cuidado especial es al desplazar el peso total de tu cuerpo a tus manos (por ejemplo, en perro boca abajo con manos sobre bloques). En ese caso asegúrate de que los libros alcanzan exactamente la misma altura. Y, por supuesto, si gozas de destreza manual, no hay razón por la cual no puedas tu mism@ hacerte tus bloques moldeando algunos pedazos de madera que casualmente podrías tener en la cochera. Solo asegúrate de lijarlos bien, para evitar que te lastimes con alguna astilla.

Correa. Para encontrar un substituto del cinturón de yoga no tienes que ir mas que a tu closet. Dependiendo de qué pose estés practicando, puedes usar un cinto normal (de cuero o de tela). La banda de tu bata de baño funcionaría también. También podrías usar una corbata. Y, claro, si necesitas hacer un lazo es bueno contar con una de esas hebillas de dos aros, pero siempre puedes lograr el mismo efecto al amarrar un nudo en el cinto. Asegúrate, eso si, de que la tela no se estire, ya que al aflojarse mucho no te proporcionaría el soporte necesario.

Bolsters. Si eligiera un prop en el que definitivamente vale la pena invertir, mi voto sería por un bolster, o cojín para yoga, redondo. ¡He estado usando el mío por más de 10 años, me ha servido tanto y me ha proporcionado tanta comodidad!... Ahora bien, puedes “imitar” un bolster enrollando firmemente un par de cobijas. Empieza con una sola cobija doblada en cuartos. Después, del lado mas angosto empieza a enrollarla de forma ajustada y firme. A continuación dobla tu segunda cobija en cuatro partes también. Finalmente, coloca la primera cobija que enrollaste sobre la segunda que estará extendida, alineando los bordes de ambas cobijas del lado mas angosto, para seguidamente enrollar la segunda cobija sobre la primera. Bastante parecido a un bolster, ¿Cierto? Otra posibilidad es usar un saco para dormir o acampar que ya ha sido enrollado en su bolsa de almacenamiento.

Para muchas poses el bolster no necesariamente debe tener una forma redonda. En esos casos, puedes doblar algunas cobijas en rectángulos largos y delgados y apilarlas una sobre la otra. Esto funciona muy bien para posiciones recostadas que requieren apoyos, como la postura del zapatero reclinado, la pose del héroe reclinado, y Savasana con soporte. 

Cobijas. Las cobijas que normalmente se usan en los estudios de yoga (y en nuestras fotografías) son de lana, tamaño individual, y que en los Estados Unidos se compran usualmente en tiendas de especialidades. Ya que muy poca gente usa cobijas reales en la actualidad, es difícil encontrar en casa un buen substituto. Los edredones y cubrecamas que ahora utilizamos—¿cuando empezó esa tendencia?—son demasiado mullidos y no proporcionan un soporte real. Sin embargo, a la hora de la verdad, una pila de toallas puede funcionar muy bien. Ya que las toallas son mas delgadas que las cobijas de lana, necesitarás un mayor número para alcanzar la altura deseada. En algunos estudios de yoga, inclusive en la India, se utilizan cobijas para hospital de algodón delgadas, y tienes que valerte de un buen número de ellas.(De hecho, cuando enseñé yoga en un hospital, echamos mano de las cobijas que había disponibles ahí, así que lo que comparto es mi experiencia. También he practicado yoga en cuartos de hotel donde utilicé toallas, se trata de algo que he vivido).

Tapetes de yoga. Si practicas sobre un piso de madera o una alfombra, es posible que no necesites una esterilla para realizar tus posiciones de pie. Prueba y ve. Si estás descansando tu cabeza en el piso, por ejemplo en una posición invertida, y el piso es muy duro, puedes poner una toalla delgada bajo tu cabeza. Puedes también valerte de una toalla para proteger tus rodillas o cualquier otra parte de tu cuerpo.

Almohadilla para los ojos. El cojincito para los ojos tiene dos funciones. La primera es bloquear la luz. Para lograr esto, puedes envolver el área de tus ojos con un chal o cualquier otra tela suave. El segundo propósito es el agregar un poco de peso a tus párpados, lo cual puede incrementar la relajación. Para añadir algo de peso, podrías en el pañuelo o tela que usarás para cubrir tus ojos envolver ya sea una toalla pequeña doblada, o a lo mejor una bolsita con un poco de arroz (Oye, ésta opción se me acaba de ocurrir).

Bolsas de arena. Hasta hora no hemos discutido, ni mostrado, bolsas de arena. Pero solo para que lo tengas presente: bolsas de arroz o frijoles funcionan de lo mas bien cuando quieres aplicar entre 500 gramos y 2.5 kilos de peso a tu cuerpo. 

¡Se creativ@! A veces puedes usar varios tipos de muebles en tu casa o cuarto de hotel, tales como bancos, taburetes o mesas de centro, para ayudarte en las poses.

Cuando enseñaba yoga en un espacio donde había sillones, pero no sillas, al final de la clase practicábamos “piernas sobre el sillón“, mi forma de presentar una inversión sencilla. Sé de maestr@s que usan pelotas de tenis para todo tipo de curiosidades—me refiero a cosas maravillosas.

Eso es todo por el momento, pero si me hubiese olvidado de algo importante, o si ustedes tienen otras buenas ideas para compartir, por favor díganme.

Este ensayo fue escrito por Nina Zolotow, jefa de redacción del Blog de Accessible Yoga y co-autora de Yoga for Healthy Aging: A Guide to Lifelong Well-Being.

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