Saturday, December 12, 2020

La evolución del Yoga

Por Jivana Heymann, traducción al español de Alma Durán

This article was previously posted in English.


Investigaciones recientes han revelado que a través de millones de años, cinco tipos independientes de animales han evolucionado hasta convertirse en cangrejos. Si: has leído correctamente. Cinco tipos diferentes de animales han acabado convirtiéndose en cangrejos al pasar por su proceso de evolución. Es sorprendente si consideramos que los cangrejos son tan efectivos y eficientes en términos evolutivos que otros animales se han transformado en cangrejos también, o en algo bastante similar.

Los resultados de estos trabajos de investigación me han llevado a reflexionar sobre la condición humana y nuestra tendencia a recrear en nuestras vidas personales aquello que no hemos logrado resolver satisfactoriamente––¿Acaso no acabamos casándonos con alguien que es exactamente como uno de nuestros padres, o, literalmente, terminamos siendo como uno de nuestros progenitores conforme envejecemos? Pienso también en la tendencia que muestran las naciones a repetir su historia. Cualquier estudiante de historia identificará fácilmente los paralelos entre el gobierno actual de los USA y el de la Alemania nazi antes de la Segunda Guerra Mundial.

Parece que estamos destinados a seguir redundando en nuestros errores, tal vez es parte de irrevocable de nuestra condición humana. Me pregunto: ¿Está pasando algo parecido en el mundo del yoga? La historia del yoga en las Américas proporciona un considerable número de ejemplos de imperios construidos a base de manipulación y abuso. Los mas recientes son Bikram, Sivananda Vedanta y Kundalini, todos los cuales han protagonizado escándalos por sus abusos mayores en los últimos años.

¿Estamos destinados a redundar en nuestra historia, o será que después de esta crisis del COVID podremos encontrar otra forma de seguir adelante en la que sea posible relacionarnos con nuestra práctica con tal efectividad que podamos ver mas allá de nuestras samskaras (las tendencias de nuestra mente)? Hace unas semanas la cadena mas grande de yoga estudios del mundo, YogaWorks, se declaró en bancarrota. “La pandemia del COVID-19 ha creado retos sin precedentes para nuestra industria y negocio; aún y cuando los centros podrían abrir, éstos tienen que cerrar a ciertas horas y guardar medidas de seguridad y distancia personal que afectan la capacidad y operación de los estudios,” indicó Brian Cooper, Director General de YogaWorks. Honestamente, esos son los daños menos graves que la pandemia ha ocasionado. ¿Y que dice sobre el hecho de que la mayor parte de los estudios independientes han tenido que cerrar definitivamente sus puertas, y que l@s maestr@s de yoga han caído en el desempleo?

La pregunta es: ¿Será que la desaparición del estudio de yoga moderno ofrece la oportunidad de construir algo nuevo en su lugar, o estamos destinados a recrear los mismos problemas que plagaron la industria antes de la pandemia? Esas lacras incluyen la falta de accesibilidad, el racismo, el abuso y una apropiación cultural que ha sido largamente ignorada. Todas estas calamidades han sido generadas por un sistema basado en la avaricia y la especulación, ya que se han ignorado las enseñanzas fundamentales del yoga

En otras palabras, la industria del yoga se convirtió en un caparazón hueco que servía a un tipo de práctica completamente divorciada de la filosofía y las bases morales que son en realidad parte intrínseca de lo que, supuestamente, estaba vendiendo. La industria del yoga se transformó en un cangrejo–– evolucionó en esa dirección en la medida en que cayó en los patrones en que nuestra codicia y egoísmo con frecuencia recrean: un sistema centrado en ganancias y balances finales jugosos.

De hecho, las enseñanzas del yoga están en conflicto con el capitalismo. Literalmente: no se puede vender el yoga. Lo que puedes vender son los sofisticados artículos que pudieran asociarse a su práctica, puedes vender un tipo de cuerpo aunque en realidad no tiene nada que ver, pero el yoga en sí no lo puedes vender. Puedes vender tiempo en un espacio con un maestro, libros, cursos en línea, pero el yoga no.

¿Cómo podemos rehacer la industria de mejor manera?¿Como instaurar una comunidad real de yoga, en vez de una industria interesada en las ganancias? Con toda honestidad, quizá no es posible. Lo mas probable es que vamos a crear otro cangrejo. Pero podría ser que un pequeño grupo de nosotros decida separarse y encuentre la oportunidad de evolucionar en otra dirección... ¿quizá en una medusa o un pulpo? Me imagino que el yoga comercial regresará rugiente en algún momento. Pienso que no es factible detener esa evolución, pero eso no significa que tengamos que contribuir a ella.

Podemos instaurar un tipo de comunidad de yoga diferente cimentada en las bases éticas del yoga: ahimsa y satya, benevolencia (compasión) y verdad (honestidad). Esto significa que necesitamos empezar por reconocer el daño que se ha hecho en nombre del yoga y comprometernos con el cambio. No se trata de avergonzarse, sino de obtener claridad (viveka).

No estoy sugiriendo la creación de una nueva organización, ni nuevos estándares para la acreditación de maestr@s, tampoco un nuevo estilo de yoga. En vez de ello, simplemente pregunto ¿Cómo puedes vivir mas coherentemente la verdad del yoga en tu vida? (Y me estoy haciendo las mismas pregunta a mi mism@.) ¿De que forma que podemos dedicarnos a lo verdaderamente importante en el yoga, en vez de mentir con mercadotecnia? Esta exploración empezaría al hacernos preguntas como las siguientes:

  • ¿Que significa el yoga para mi?
  • ¿Se puede decir que mi práctica y mis enseñanzas reflejan esa verdad?
  • ¿Integro ahimsa (compasión) y satya (honestidad) en mi práctica?
  • ¿Son tanto mi práctica como mis enseñanzas accesibles, activamente anti-racistas y combaten el problema de la apropiación cultural? 
  • ¿Estoy dedicad@ a lograr mi libertad individual y el empoderamiento de mis estudiantes? 
  • ¿Cuál es la relación entre mi libertad personal y la libertad de la comunidad? 

Una de las peculiaridades mas asombrosas del yoga es su naturaleza simultáneamente personal y comunal. El trabajo que hago en mi mism@ contribuye al bienestar de la comunidad porque genero menos sufrimiento en el mundo. Mi práctica me permite también verdaderamente servir a los demás al mostrarme cómo nutrirme a mi mism@ en vez de constantemente necesitar que otr@s me validen o me proporcionen soportes externos. La forma en que enseño tiene un impacto aún mayor en el mundo. Mis palabras y los mensajes que comparto pueden crear dependencia o inseguridad. Pero también tengo la opción de guiar hacia el camino de la independencia, el empoderamiento y la libertad.

Tod@s l@s practicantes de yoga deben considerar la forma en que practican y enseñan, así como el impacto que tienen en el mundo que les rodea. Esta intima exploración personal nos permitirá acercarnos grupalmente de manera bien intencionada y crear una comunidad de yoga con solidas bases morales. De otra forma, solo terminaremos convirtiéndonos en cangrejos.


Jivana Heyman
, C-IAYT, E-RYT500, es fundador y director de Accessible Yoga, organización internacional sin fines de lucro dedicada a incrementar el acceso a las enseñanzas del yoga. Accessible Yoga ofrece conferencias, conversaciones comunitarias, un blog, y el Programa de Embajadores. Jivana es el creador del Accessible Yoga Training, y autor del libro “Accessible Yoga: Poses and Practices for Every Body” (Shambhala Publications, 2019). Se ha especializado en enseñar yoga a personas que enfrentan retos de salud; a partir de esta labor creó la organización Accessible Yoga con el objetivo de educar, entrenar y promover políticas de empoderamiento; el cambiar la percepción pública del yoga forma también parte de su misión. Para mas información, visita por favor
jivanaheyman.com

El original en inglés de este artículo fue editado por Patrice Priya Wagner, Gerente Editorial del ACCESSIBLE YOGA BLOG y miembro del Consejo de Dirección.

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