Saturday, May 30, 2020

En Español: Comunidad de Yoga Accesible: ¿Cómo vamos en tiempos de pandemia?


Por Alma Durán

El 16 de mayo tuvo lugar, por primera vez, una conversación virtual entre miembros de la comunidad de Yoga Accesible totalmente en español. Llevando la iniciativa Amma Fandiño, desde Colombia, conversó con Alma Durán (México), Juan Francisco Martínez (Costa Rica) y Lorena Saavedra (Perú) sobre cómo la pandemia del coronavirus viene afectando la práctica y enseñanza del yoga en Latinoamérica. 

Amma abrió la sesión y guió al grupo en una práctica para conectarnos con la respiración. A partir, los panelistas se presentaron.

Amma apoya desde el 2015 las labores de difusión de Accessible Yoga a nivel de representante regional. Entrenadora de Yoga Accesible, buena parte de sus actividades se centra en coordinar y promover las labores del grupo en español. Vive y trabaja en Colombia.

Alma, entrenada en los Estados Unidos, Holanda, Alemania y México, practica y enseña yoga desde hace más de tres décadas. En el 2017 se unió a Yoga Accesible. En Mérida, Yucatán, ofrece yoga accesible, suave y adaptativo en inglés, español y alemán.

Lorena es practicante y educadora de yoga terapéutico y accesible desde hace 20 años. Su interés se centra en el poder de sanación integral del yoga. Originaria del Perú, vive y trabaja en el área de Washington, D.C., donde sirve a la población hispana.

Juan, quien es originario de Costa Rica, tuvo una formación ecléctica como maestro de yoga. Fue en España donde descubrió el yoga adaptativo y se interesó por su potencial. Después hizo su entrenamiento en Yoga Accesible en Ciudad de México. Fundador de Yoga Accesible Costa Rica, se interesa por apoyar a través de la práctica del yoga a personas con diversos procesos de vida, por ejemplo quienes están en centros de salud mental, cárceles, hospitales, etc.

El primer punto a tocar fue, desde la situación de confinamiento en que tod@s los participantes se encuentran, el reflexionar sobre los retos, vivencias y oportunidades que hemos encontrado al enseñar yoga.

Alma mencionó que en la séptima semana de confinamiento en México, las estadísticas oficialistas reportan mas de 4000 muertos y 40,000 infectados; se piensa que son muchos más. Los estudios de yoga deberían de estar cerrados, pero aún hay ciertos sitios que ilegalmente operan a “puerta cerrada”. La mayor parte de l@s instructor@s de yoga se han volcado a enseñar virtualmente. El primero de los retos es que no todo mundo tiene acceso a internet de alta velocidad alta, equipos rápidos, ni la tecnología necesaria para transmitir contenidos de calidad aectable. El segundo es que se ha registrado una avalancha de contenidos gratuitos en las redes que son malamente presentados como para tod@s, cuando en realidad no son accesibles ni recomendables para buena parte de la población normal, mucho menos para quienes tienen necesidades especiales.

En el caso de Lorena, nos cuenta que su confinamiento empezó desde marzo. Como fundadora de un estudio de yoga, el reto ha sido no solo seguir sirviendo a sus estudiantes, sino también a los maestros que laboran en el centro de yoga. Llevando los contenidos online ha sido posible continuar ofreciendo las clases y las terapias, con las debidas adaptaciones que el medio exige. Sobre el tema de las clases de yoga en red que son inapropiadas o peligrosas que se mencionó arriba, Lorena ha notado también esa fuerte tendencia, y hasta ha tenido ya casos de personas que la buscan solicitando ayuda después de haberse lastimado al intentar imitar poses para las cuales sus cuerpos no están listos, o por no tener la educación yógica necesaria para hacerlas con seguridad.

En Costa Rica la cuarentena se ha extendido ya por mas de dos meses, continuó Juan. Su experiencia es muy parecida a las mencionadas por Alma y Lorena. Los proyectos de voluntariado has sido suspendidos. Solo algunas grabaciones es posible hacer llegar a los estudiantes. Lo que sí, con el apoyo de su colega con quien comparte Yoga Accesible Costa Rica, ha logrado seguir ofreciendo clases en línea. Sobre muchos de los videos peligrosos de yoga que circulan en las redes al momento, ve como necesidad imperante el que los maestr@s adapten las prácticas para poder enseñarlas via internet de forma segura. En mucho casos ni ven a l@s practicantes… ¿Como saber si están haciendo las poses de una forma apropiada para ell@s? Si la práctica es muy compleja para el/la participante lo que estará haciendo es tratando de ver a la pantalla para mas o menos seguir lo que pasa…. Nada que ver con la idea de introspección ni relajamiento. No conocemos el espacio donde las personas practican, la calidad de los props que están usando, ni su historial médico, agregó Juan. Nosotros, como maestr@s, si tenemos video interactivo, tendremos algunos vistazos de vez en cuando, pero dependemos mucho de ángulos de cámara y de encuadres. Dadas todas esas variables, es imprescindible ofrecer prácticas simples, sanas y accesibles a través de la pantalla. Ya que no estamos ahí en persona para apoyar a los practicantes, debemos ofrecer ejercicios y secuencias compasivas, conscientes y con conocimiento.

Las labores de Amma también han sido suspendidas en Bogotá, compartió ella con nosotros. Al no tener posibilidades de acceso a sus estudiantes en la cárcel y los hospitales, solo es posible a nivel individual enviar algunas grabaciones y mensajes de apoyo. También Amma ofrece algunas de sus clases por Zoom, y experimenta el reto de no ver de forma suficientemente clara si lo que ella ofrece es recibido o experimentado por los practicantes de forma positiva. Por las limitaciones del medio, la pregunta siempre está ahí: ¿Están haciendo esto de manera segura para ell@s?

Estando todos de acuerdo en que nuestra forma de enseñar y nuestras prácticas personales han cambiado por la pandemia, el siguiente punto a tocar fue si las necesidades de nuestros estudiantes también se han modificado.

Resumiendo las respuestas de los panelistas a esa pregunta, se puede decir que hay un cambio notable: hay mucha ansiedad. Esto aumenta la necesidad de prácticas mas sutiles, como la atención a la respiración, balancear el sistema nervioso, el calmar la mente, el movimiento somático, la capacidad de introspección, y el desarrollo de atención plena. En ese sentido, l@s maestr@s de yoga accesible, por nuestro entrenamiento y experiencia, tenemos ventajas sobre instructores que ofrecen prácticas más físicas o extravagantes. No se trata de retarse, ni lucirse, ni tomar riesgos, sino de sentirse mejor.

Se nota también que los estudiantes tienen más interés en practicar, y también mas tiempo para ello- ya que hay mas tiempo libre. También es evidente que algunas personas que por primera vez se acercan al yoga mas meditativo descubren que, aunque habían venido practicando por años otros tipos de yoga (más dinámicos, extremistas o rudos) no habían logrado establecer ninguna relación sensible con sus cuerpos. Así es que el yoga suave se convierte en una nueva y significativa experiencia que los transforma.

Como maestr@s especializados en yoga reflexivo e individualizado, aportamos a los estudiantes herramientas cuya efectividad es palpable en este momento. Hay una nueva apreciación por las sesiones de yoga más suaves, lentas, familiares, respetuosas del cuerpo, que sean invitacionales. En la experiencia de los participantes, la práctica consciente, bien informada y adaptativa a través de Zoom viene sirviendo a los estudiantes como una especie de ritual que les da estabilidad, comodidad y seguridad. Para ello, claro, hay que crear el entorno de enseñanza que promueva esas cualidades virtualmente, lo cual es un reto. En este tiempo, en que la sociedad está pasando por un trauma colectivo, ofrecemos soluciones a lo que de verdad importa: Cómo mantenerse centrad@ y calmad@.

El siguiente punto que se discutió fue si el hacer yoga en casa ha sido problemático para l@s estudiantes por no tener acceso a apoyos, o props, para personalizar la práctica de forma segura y efectiva. Se puede simplificar bastante, aseguró Juan, de tal manera que ese punto no se convierta en una fuente de ansiedad. Claro que lo primero es informar a tiempo que se ocupará, y hay formas de utilizar cosas que ya tenemos en casa como equipo de yoga, tal y como detalla Nina Zolotow en una útil contribución que hizo especialmente para Accessible Yoga y que está traducida al español (Creando tus props para practicar yoga).

¿Importa el tamaño de las clases que se den virtualmente, y qué sugerencias se pueden hacer para mantener la integridad y seguridad de los estudiantes cuando enseñamos virtualmente? Este fue el planteamiento consecutivo de Amma. Aquí una lista de las recomendaciones:

1. Si se hace en un medio que no nos permita ver a los estudiantes y/o cuando no conocemos sus necesidades: Lo responsable es limitarnos a 45 minutos, ofrecer prácticas en silla, ejercicios simples y seguros, con opciones reales de adaptación para diferentes habilidades. Es importante presentar los ejercicios de forma lenta y clara, en un lenguaje invitacional. Que no se trate de un “performance” de las habilidades del maestro, sino de una clase que los participantes de verdad puedan hacer de forma segura y benéfica. 

2. Lo mejor es que se trate de un medio interactivo (Zoom), que nos permita ver a los estudiantes. Indicarles como acomodar su cámara para poder verles bien. Verificar de antemano que nos ven y escuchan apropiadamente.

3. Pedir registro por anticipado a las clases, así se puede contactar a los participantes en privado y preguntarles sobre sus necesidades, experiencia, condición. Solo así podemos, a pesar de la distancia, saber que modificaciones podemos ofrecer, que indicaciones debemos cambiar para servir mejor a nuestr@s estudiantes. Claro: esto hay que hacerlo con gran discreción y respeto.

4. Solo aceptar en la clase el numero de estudiantes que podamos ver claramente en la pantalla/ área de proyección que estemos utilizando, sin necesidad de cambiar de página. Si estamos haciendo una clase en Zoom, pero las imágenes son pequeñas y no podemos distinguir que están haciendo los estudiantes, no les podremos servir apropiadamente. 

5. Crear un espacio seguro: solo quienes participan en la clase pueden tener acceso, igual a ver las grabaciones de la misma. El yoga es algo privado, una experiencia interna y personal.

6. Yoga es comunicación: es vital que conectemos antes de la clase con nuestros estudiantes: ¿Qué es importante para ell@s? ¿Cómo andan de energía? Solo considerando sus necesidades del momento podemos enseñar con el estado y energía existentes. De esta forma podremos adaptar la práctica que hemos planeado, y ofrecer alternativas. Igualmente, la retroalimentación al final de la clase es vital: ¿Qué funcionó o no? ¿Cómo seguir a partir de ahi?

7. Mantenernos en todo momento informados y conscientes de las necesidades de nuestros estudiantes.

Se recordó también que ya se cuenta con traducción al español de algunas contribuciones del Yoga Accessible Blog, y que más están por venir. Se espera que estas sean una fuente de información e inspiración para nosotros como comunidad.

Para finalizar, Lorena compartió un poco sobre su experiencia como asesora del Yoga Alliance. La asociación, informó nuestra colega peruana, está interesada en interactuar más con la comunidad de habla hispana tanto en los Estados Unidos como en otros países Latinoamericanos y darle más visibilidad. Están abiertos a escuchar más sobre los intereses y necesidades de este grupo. ¡Es buen momento de hacer llegar ideas! Esta apertura por parte de la asociación es, sin duda, una buena noticia para muchos de nosotros. Nos da esperanza de que vendrán tiempos mejores... en todos los sentidos.

Alma Durán
, PhD, es antropóloga, educadora, académica y maestra de yoga y meditación. Empezó a practicar yoga en los años 80’s y Zen Budismo una década más tarde. Considera que gracias a estas dos disciplinas pudo conservar un buen grado de cordura que le permitió lograr una exitosa carrera internacional en el área de las comunicaciones y la academia. Cuenta con un doctorado en Antropología Cultural por la Universidad de Augsburgo, Alemania. Retirada ya de su posición universitaria, continúa publicando artículos y libros científicos.

Como maestra de yoga su formación – que obtuvo en instituciones internacionalmente reconocidas en los Estados Unidos, Alemania, Holanda y México– es muy ecléctica: Iyengar, Power y Sivananda, Viniyoga, Yoga Restaurativa, Yin Yoga, Yoga para Adultos Mayores, Accessible Yoga, y Yoga para Personas con Cancer. Alma interconecta todas estas aproximaciones en un yoga terapéutico que se centra en la respiración y es altamente adaptable a las necesidades de cada persona. Viviendo ahora en Mérida, México con su familia, enseña ahí yoga, meditación y mindfulness en español, inglés y alemán.


° Sigue a Accessible Yoga - Español en Facebook, Twitter, Instagram, y YouTube.

° REGÍSTRATE aquí para nuestra siguiente conferencia. 

° Aquí puedes hacer una DONACIÓN. Ayúdanos a compartir la práctica del yoga con aquell@s que han sido excluid@s o marginad@s de la misma, tales como personas con capacidades diferentes, retos físicos, enfermedades crónicas, y aquell@s que no se sientan bienvenid@s en una clase de yoga regular.

 

No comments:

Post a Comment